Introducción

Las lunas habitadas de PATRICIA MARTÍNEZ 
Curiosamente siempre los planteamientos naïfs en la pintura han llamado poderosamente mi atención, ya desde pequeño. Sin duda, tales presupuestos plásticos abocan directamente a un mundo ingenuo y atractivamente sugerente. Pero pueden hacerlo tanto por defecto como por exceso. Y nunca es lo mismo una cosa que otra.
Veamos. Existe un arte naïf por defecto. Me explico: lo es precisamente por que notamos, de manera clara, las huellas evidentes de una ingenuidad nunca del todo desarrollada, que sigue latente en sí misma -in nuce- a pesar incluso de la posible edad avanzada de la persona que pinta. El mundo representado es ingenuo porque las claves de la pintura imponen sus propias normas y procedimientos. Es como si la acción se hubiera congelado en un momento determinado del proceso y ahí permaneciera fijada, satisfecha y a sus anchas. Y nos seduce ese mundo enigmático. Y nos atraen sus resoluciones pictóricas, aunque con una cierta condescendencia, que nunca acabamos de explicarnos del todo.
Pero existe asimismo un arte naïf por exceso. Y también ahora deberé de explicarme: lo es, ni más ni menos, porque el mundo que se representa en el espacio pictórico supone múltiples vueltas de tuerca previas. La mirada del artista está de retorno de muchas cosas y nos ofrece, por ello, un mundo cargado de guiños, de claves, de contraseñas y de consignas dispares. Naïf es el recurso de la figuración, pero los valores vitales que aquellas formas ofrecen implican, más bien, una sobrecarga de existencias vividas, acumuladas y resueltas a través de tal ingenuidad, por exceso, casi como una especie de autodefensa. Justamente, frente a los trabajos de Patricia Martínez Anglada, que nos siguen aportando de Cuba mil experiencias, aromas e imágenes,he sentido de nuevo esa impresión de exceso y no de defecto. Y es ese mundo cargado de ecos, de miradas, de sentimientos y de recuerdos el que me atrae y seduce bajo el efecto de sus lunas enchufadas a la vida, porque han sido previamente colonizadas y puestas a nuestra disposición.
Fragmento de Palabras al Catálogo de
Roman de la Calle
Presidente de la Real Academia de Pintura de San Carlos, Valencia.